sábado, 12 de mayo de 2007

EL GRAN ERROR TEOLÓGICO DE NIETZSCHE

Resulta paradójico que Nietzsche, gran padre del ateísmo moderno, fundamentara todo su pensamiento sobre un radical error teológico acerca de lo que en realidad es el cristianismo. Para Nietzsche, el cristianismo es, como se sabe, "platonismo para el pueblo" y, por lo tanto, implica la misma desvalorización del mundo que existe en la filosofía dualista de Platón: en éste, el mundo visible constituye un pobre reflejo del mundo de las Ideas, y el filósofo debe transcender este mundo para acceder a la visión intelectual superior y conocer la verdadera realidad. Del mismo modo -según Nietzsche-, el cristianismo supone una condena del mundo creado, pues el mundo, supuestamente, nos aleja de Dios. En definitiva, el cristiano, para amar a Dios, se ve obligado a despreciar el mundo.

Toda la teoría de Nietzsche sobre la religión descansa sobre esta idea. Y, desde luego, si el cristianismo realmente dijera lo que Nietzsche cree que dice, habría que hacerse nietzscheano: un cristianismo que obligara a despreciar el mundo, a mirarlo con el desagrado de quien considera que el universo material es un lamentable error, no merecería la adhesión de nuestra alma. Pero es que, por supuesto, el cristianismo no dice eso: bien entendida, la filosofía cristiana no establece ninguna incompatibilidad entre el amor al mundo y el amor a Dios. Para Nietzsche, cuanto más se ama a Dios, menos se ama y más se condena al mundo. Pero Cristo ha establecido la ley universal del amor, que no conoce excepciones: hay que amar a Dios, pero también al mundo. Y no existe confrontación alguna entre ambos: cuanto más se ama a Dios, más se ama al mundo; y, cuanto más se ama al mundo, más se ama a Dios. Ambos amores se refuerzan recíprocamente. San Francisco de Asís, el santo de la comunión mística con el universo y del amor infinitamente delicado a todas sus criaturas, siempre lo entendió muy bien: amar al "hermano Sol" y a la "hermana Luna", a la "hermana agua" y a la "hermana noche", no comporta ningún alejamiento de Dios, sino todo lo contrario.

Y todo esto es justamente lo que Nietzsche, que fundamentó su filosofía en una visión errónea del cristianismo, nunca entendió. Nietzsche no tenía que haber lanzado sus ataques contra el cristianismo, sino más bien contra la gnosis, que sí supone claramente un rechazo total al mundo de la materia, supuesto obstáculo para que el alma del "hombre pneumático" -del gnóstico aristocrático y gélidamente intelectual- retorne al Pleroma, el mundo inmaterial que considera su verdadera patria. O bien contra las filosofías de Oriente, para las que el mundo material se identifica con el velo de Maya, con la apariencia ilusoria que hemos de transcender y abandonar para acceder finalmente al Absoluto. La gnosis y Oriente nos obligan a elegir entre Dios y el mundo. Pero el cristianismo no lo hace: pues el amor a Dios y el amor al mundo no se excluyen. Lo que sí rechaza el cristianismo es el amor excluyente: un amor a Dios que implique despreciar el mundo no es propiamente cristiano (puede despreciarse el mundo entendido como fuente de seducciones, pero no el mundo en cuanto que mundo mismo). Y, claro, tampoco es cristiano un amor idolátrico al mundo que implique negar el amor a Dios.

Pero Nietzsche prefirió no entrar en estas matizaciones, que al parecer consideró superfluas e innecesarias. Como tantos otros, optó por quedarse en una visión simplificadora y falseada del cristianismo para poder atacarlo con mayor facilidad. Ayer como hoy, la pereza del pensamiento, propia de los malos filósofos, conduce a no querer ver la realidad tal como ésta es -por ejemplo, la realidad del cristianismo-, sino como uno, arrastrado por sus prejuicios, la quería ver de antemano.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Nietzsche no dice que la religión como tal desvalorice el mundo sino que la religión cristiana saca el caracter sagrado del mundo (asi era la religión griega y asi son las religiones primitivas ahora) y se lo lleva al cielo. Dios ya no es inmanente al mundo, ya no es lo mismo dios, mundo y naturaleza. Dios ahora tiene que "bajar" en forma de pan y vino. Nietzsche contrasta esto con la religión griega que divinizaba todas las formas de vida, tanto las que podias ser considederadas beneficiosas(el amor) como las menos beneficiosas (la guerra). El cristianismo sí que condena al mundo terrenal, sobretodo en otras épocas en las que se vivia la religión como algo mas real. No hay más que ver la actitud que conlleva la penitencia, el castigo al cuerpo, la atrofia de determinados instintos e impulsos en favor de otros menos "corporales y mundanos". Como digo, creo que esto se ve más claramente en otras épocas en las que la religión cristiana se vivia de una manera más realista y pasional. Esta claro que no es incompatible ser cristiano y amar el mundo, no se trata de eso. Pero historicamente la religión cristiana no sale de la nada y representa o puede interpretarse que representa una decadencia en cuanto espiritu vital con respecto a otras formas de religión anteriores. El griego no tiene que ser salvado de nada, no tiene que redimirse de nada, no se siente culpable de nada, no es pecador desde que nace, no tiene que pedir perdon por nada. Todas las fuerzas de la vida son sagradas para él, el mundo esta plagado de dioses, el bosque es un dios, la lluvia es zeus derramandose, la guerra, la ira, la furia, el amor, la pasión, la musica, el arte, todo es dios, no un único dios sino expresiones de la vida. En ese sentido se podria decir que el cristianismo desprecia el mundo porque se lleva su caracter sagrado fuera de él.

Herz dijo...

En todo caso una cosa es clara: lo que Nietzsche dice no debe leerse como que la doctrina del nuevo testamento sea una versión vulgar de los diálogos Platón. Como siempre, Nietzsche pelea con los ismos (kantismo, socratismo, cientificismo, cristianismo) y no con los fundadores de los ismos, hecho que dificulta mucho el poder saber a qué realmente se refería con frases como “el cristianismo es platonismo para el pueblo” (Genealogía de la Moral). Porque ¿Qué manifestación del cristianismo tenía en mente? ¿La que se describe en el libro de los Hechos de los Apóstoles, a San Pablo, a San Agustín, a Plotino, a lo que veía en la iglesia protestante donde oró cuando era niño? Probablemente nadie lo sepa ni lo pueda saber con seguridad. Se podrá conjeturar, “inventar”, interpretar…Pero saberlo con seguridad…mmm.

No es fácil aceptar la respuesta de Cádiz a objeción que hace Antonio Martínez a Nietzsche. Según lo que dice Cádiz, la secuencia histórica que ve Nietzsche es la siguiente: 1. La religión griega, 2. Cristianismo. Cádiz pasa por alto el socratismo y el platonismo.

En cambio Nietzsche, en Genealogía de la Moral, piensa que la secuencia histórica es 1. Platonismo, 2. Cristianismo.

Ulises dijo...

¡Qué interpretación de las palabras de Nietzche!verdaderamente deformada. Lo que Nietzche atacaba del cristianismo era la propagación de valores arbitrarios y dañinos para la humanidad y la búsqueda del sometimiento del hombre a la voluntad de algunas personas, los sacerdotes, con la pretensión de ser la voluntad de Dios. Lo acusaba de también de ser un engaño, basado en conceptos sustentados en la mntira, en la nada: el paraíso, el infierno, el pecado; y por último afirmaba que el cristianismo es una perversión de las doctrinas de Jesús.

Esto último me resulta bastante creíble al comparar lo que se afirma de Cristo, aún tomando como referencia los evangelios, con el pensamieto y las acciones de aquellos que se dicen cristianos, por el papel representado por las iglesias cristianas y las mentiras difundidas y los engaños comtidos por éstas.

Ulises dijo...

Quise decir: el papel representado por las iglesias cristianas en la historia, y los engaños y crímenes cometidos por éstas.

Anónimo dijo...

Hola :) Soy Cádiz. Yo lo único que quise decir es que Nietzsche no dice que toda religión desvalorice el mundo sino solo la monoteista porque subyuga la pluralidad y la convierte en dualidad bien-mal. Evidentemente Sócrates y Platón hicieron esto mucho antes y la religión cristiana tiene muchisima influencia de estos dos filósofos. No es que lo pase por alto es que mi intención era contrastar el cristianismo con el politeismo griego. Por último, es verdad que es imposible saber cual es la versión del cristianismo que critica tanto Nietzsche. Yo votaria por la versión de San Pablo, que según Nietzsche es la que más ha calado y la que mas daño ha hecho.

Anónimo dijo...

Esta publicación fue hecha por un cristiano que no entendió lo que quiso transmitir Nietzsche a la humanidad.
Le recomiendo que vuelva a leer los libros de Nieztsche y pida ayuda a un entendido en el tema para que pueda comprender. pero por favor ¡NO SEA NECIO!.

Anónimo dijo...

Sin duda la visión que tiene el "crítico" sobre la visión nietzcheana del cristianimso esta errada a todas luces... precisamente ese supuesto amor al mundo y a dios es es ya consecuencia de la impotencia del débil y del predicador de la venganza atacando el mundo con la espada imaginaria de un ente fantasioso. Dicho vengador naturalmente no revelará en palabras lo que con sus actos pretende, lo que en realidad desea alcanzar y que efectivamente hace en el plano real y objetivo (pues, ¿no hay otro escenario verdad?): vengarse!

nelson dijo...

Muy acertado el análisis. Para mí es un extraordinario escritor. Eso. Encantadoras sus frases y sus ficciones. Y se le nota por todos lados que sólo desea expulsar sus propios demonios, su fe, en el fondo.

elprofeJLuis dijo...

Excelente abordaje, para quienes critican lean bien, "error TEOLÓGICO"